La lechería en Argentina: un sector diverso que se construye desde cada tambo
El país aporta con sus once mil millones de litros al año el 1,5% de la producción lechera mundial, con más de nueve mil tambos, de los cuales unos 3.200 están en la provincia de Santa Fe. Estos son más del 34% del total nacional, por lo que la provincia cuenta con la mayoría de las unidades productivas del país, aportando el 31% del total de la materia prima nacional, siendo la de mayor influencia en el caudal total.
La producción santafesina se distribuye en dos cuencas. En los tres principales departamentos productores, como son Castellanos, Las Colonias y San Martín, las unidades productivas tienen en promedio 122 hectáreas, con 1,45 cabezas por hectárea de carga animal con el 80 por ciento de vacas en ordeño sobre las totales; y 21,4 litros promedio, por día, entre las vacas en ordeño en un año.
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Los datos son de un relevamiento hecho por Daniela Faure, la ingeniera agrónoma que actualmente está a cargo de la coordinación técnica del Tambo Roca del INTA Rafaela. Una de las tres unidades productivas de la Experimental, pero que se desarrolla en campo alquilado y con dos rodeos paralelos, uno Holando y otro cruza.
Fue ella quien brindó una charla en la Universidad Nacional de Rafaela, sobre “Sistemas de producción de leche resilientes: ¿El tamaño del tambo es una limitante para proyectarse y crecer?”, una forma de acercarse al sector por parte de la casa de altos estudios, que intenta comenzar una tecnicatura en producción lechera el año próximo.
¿El tamaño del tambo es una limitante para crecer? Responde el INTA
En diálogo con AIRE Agro, Faure explica que “más allá del tamaño del tambo, la eficiencia en cada uno de los procesos es lo que permite que la empresa sea sustentable en el tiempo, que tenga posibilidades de crecer y que muchas veces no tiene que ver justamente con hacer grandes inversiones económicas, sino que la clave está en el manejo, en estar arriba de cada tarea, en ser eficiente en cada uno de los pasos”.
Un poco de esto se vincula con el valor de los sistemas pastoriles para los campos de menores dimensiones, sobre todo, donde se aporta al suelo y al ambiente, pero también a la rentabilidad de la empresa.
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El pastoreo permite tener menor riesgo de mastitis, menos rengueras, los descartes y la mortandad bajan, se reducen las enfermedades infecciosas, mientras les permiten un comportamiento normal para la alimentación a las vacas, con sistemas más vivos y saludables, pero claro que el manejo es fundamental para poder desarrollarlo cada vez mejor.
Gran parte del sector lechero se aferra a las tradiciones, a las formas de hacer de las generaciones anteriores, sobre todo en los tambos de menores dimensiones, pero en esta etapa de cambio es clave reflexionar sobre la importancia de la eficiencia.
Tecnología en la lechería: oportunidades para jóvenes en los tambos argentinos
“Incorporar algo de tecnología tiene su costo, pero a lo mejor no tan alto, porque ayuda a que los jóvenes se empiecen a meter en la empresa, empiezan a ver que los sistemas por ahí pueden ser flexibles, que no hay tanta rigurosidad en todo lo que son los procesos y ayudan a simplificar lo más posible, obviamente sin dejar de ser productivo y aumentando la eficiencia, dando más tiempo libre, un ritmo de vida más normal, tanto para los productores, como para el operario que está haciendo el trabajo del día a día”.
Lo cierto es que la tecnología hoy está disponible en muchas versiones, para muchos procesos, pero sobre todo para todas las escalas y bolsillos.
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Para acercarse a la eficiencia , Faure ofrece algunos puntos salientes y de fácil aplicación.
“Veo que hay algunas fallas que son comunes a todos, si la empresa quiere crecer va a tener que tener un buen manejo de la crianza y un buen manejo de la vaca en producción. Entonces lo que se ve es que, en general, los rodeos no crecen y así no hay expansión de la empresa. Entre la crianza y el descarte, no hay mucho de tecnología para aplicar, sino que hay que trabajar en el manejo”.
El desafío de los costos en la lechería argentina: manejo inteligente en los tambos
“Hoy en día el costo de una vaquillona, la relación insumo-producto, que siempre estuvo en unos 5.000 litros de leche por vaquillona, hoy está en 7.700. Está cara la vaquillona. Entonces producirla uno mismo, con la seguridad que tiene toda la parte sanitaria, la genética, tiene un valor agregado mucho mayor. Ya con eso mejorás carga al tener producción propia de vaquillonas, podés aumentar carga, podés darle mejor de comer a esos animales porque a lo mejor te sobran animales y los podés vender para comprar alimentos”.
Un tambo chico, ajustando la carga, creciendo en animales de forma genuina se asegura una base sólida, pero a eso debe agregar el factor humano, del que tanto se habla. “Para todos los que trabajan en esa unidad, tiene que ser agradable estar ahí y hacer las cosas bien”, para tener continuidad.
En concreto, crecer no es necesariamente aumentar la cantidad de animales en producción, pero sí multiplicar los ingresos.
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Cómo un tambo pequeño puede crecer de manera sostenible en Argentina
“Si el tambo es muy chiquito, de alguna manera va a tener que buscarle la vuelta para crecer, porque no le van a cerrar los números”. El desafío hoy es aumentar los ingresos, porque cada vez hay más personas que viven de un mismo negocio, directa o indirectamente.
Lo fundamental es tener un buen manejo de la alimentación, pero también invertir de forma adecuada en la reproducción, tener agua adecuada en los lotes para sostener la producción, “porque ese factor es una de las limitantes en nuestra zona y muchos productores no la ven”.
Entonces la clave sigue siendo el manejo para sostener los tambos chicos.
“No hay mucha inversión atrás del tambo chico, sino que necesariamente está el manejo. Hay mucho para mejorar en estas partes, antes de hacer inversiones grandes. Cuando ya tenés resuelto todo eso, ahí sí pensá en crecer metiendo plata. Busca tu crédito, buscále la vuelta para crecer con compra de tecnología. Pero en lo anterior podés mejorar mucho, sin necesidad de hacer inversiones”,concluyó la especialista.