En una jornada en INTA Las Rosas, especialistas del organismo y de la FCV-UNR presentaron pautas prácticas para mejorar la eficiencia de la alimentación ovina a lo largo del año. Las recomendaciones se centraron en comprender cómo comen las ovejas y en el uso estratégico del forraje para asegurar calidad nutricional en cada etapa productiva.
En el marco del ciclo Jornadas Ovinas, que incluyó otro encuentro técnico en Rafaela para fortalecer la capacitación y el intercambio entre productores, el INTA AER Las Rosas, la Mesa Ovina Regional y otras instituciones locales llevaron adelante el 25 de noviembre una jornada centrada en la nutrición y el uso estratégico del forraje en la producción ovina.
El objetivo común del ciclo —brindar herramientas prácticas para mejorar la eficiencia, la sustentabilidad y la calidad de los sistemas productivos— guió también este encuentro, donde especialistas compartieron conceptos clave sobre qué comen realmente las ovejas y cómo manejar los recursos forrajeros para obtener mejores resultados.
En Las Rosas, productores y técnicos se dieron cita para capacitarse en los fundamentos nutricionales que determinan el desempeño de las majadas. Las presentaciones del Méd. Vet. Horacio Keilty (FCV-UNR) y la Ing. Vanina Jankovic (INTA Casilda) aportaron criterios prácticos sobre la alimentación ovina, la eficiencia de la recría y el engorde, y el uso estratégico del forraje en sistemas pastoriles.
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Qué comen las ovejas cuando comen: la visión de Horacio Keilty
Keilty explicó cómo la dieta define el crecimiento del cordero y analizó las diferencias productivas originadas por el manejo tradicional de las majadas—habitualmente sin separar categorías—y por la venta de animales livianos. Detalló la influencia que tienen la lactancia materna, la calidad de la dieta y el manejo del destete en los pesos logrados.
El especialista presentó el creep feeding como la primera tecnología disponible para mejorar índices, destacando que su adopción debe evaluarse según los costos y la respuesta esperada en cada sistema. También abordó la nutrición en pastizales naturales, el uso de praderas implantadas, la elección de especies forrajeras, la carga animal y el sistema de pastoreo.
Keilty subrayó que la capacidad de ingestión del ovino depende de la altura, la masa y la digestibilidad del forraje, y repasó los criterios de aprovechamiento en verdeos de invierno, pastoreo por horas y engorde en confinamiento. Finalmente, remarcó el rol del agua como nutriente esencial, cuyo consumo varía según la temperatura, la fisiología y la disponibilidad.

El uso estratégico del forraje: aportes de Vanina Jankovic
La Ing. Vanina Jankovic destacó que la conservación de forraje en ovinos no debe centrarse en acumular volumen, sino en preservar calidad para los momentos críticos, especialmente preparto, lactancia temprana y pre-servicio. Explicó que, a diferencia de los bovinos, los ovinos son comedores selectivos, priorizan hojas y rebrotes, y dependen fuertemente de la calidad nutricional del recurso.
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La especialista detalló los picos de demanda nutricional, señalando que el 70 % del crecimiento fetal ocurre en las seis semanas finales de gestación, cuando los requerimientos proteicos y energéticos aumentan significativamente. Advirtió sobre la susceptibilidad a hongos y los riesgos de henos mohosos o silajes mal fermentados, asociados a cuadros de listeriosis.
Jankovic insistió en la importancia de medir la condición corporal, analizar el forraje disponible y considerar el agua como nutriente indispensable para sostener la ingesta. Su presentación aportó herramientas prácticas para planificar reservas, evaluar la calidad de los recursos y ajustar el manejo a las necesidades fisiológicas de la majada.
