Entre Ríos enfrenta desafíos en la rentabilidad de sus cultivos por la inflación
Para contextualizar y poder posicionar cuánto se generó en este período en términos de cultivos agrícolas, el área sembrada en la provincia para la campaña 2023/24 totalizó 2.403.750 hectáreas, mientras que, en la campaña 2024/25 se posicionó en 2.241.000 hectáreas.
En referencia al impacto del proceso inflacionario general, explicaron que: “El precio de los cultivos quedó por detrás de la inflación en pesos de los principales insumos utilizados en la producción. A nivel general, mientras el precio de los cultivos en pesos creció un 95 por ciento en el período analizado, las labores, insumos, costos de flete y gasoil aumentaron por encima del 150 por ciento”, detallaron.
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Aumento de costos en dólares: el desafío para los productores agrícolas de Entre Ríos
La devaluación acontecida en diciembre de 2023 generó un salto en los costos pesificados de alrededor del 100 por ciento, mientras que dicha política cambiaria sólo repercutió en un alza promedio de un 37 por ciento en el precio pizarra de los cultivos.
La soja, el cultivo con mayor cantidad de hectáreas implantadas, aumentó su cotización un 84 por ciento en pesos, mientras que los insumos pasaron a costar aproximadamente un 150 por ciento más que en noviembre 2023. Puntualmente, el crecimiento en la cotización quedó muy por debajo de la variación en el precio de la semilla, fertilizantes y herbicidas.
En el caso del trigo, su cotización en pesos varió un 97 por ciento, pasando de 112.000 pesos a 221.000 pesos. “Dicho aumento quedó atrasado respecto al conjunto de sus insumos de producción que registran un 141 por ciento de aumento y también por detrás de los insumos más relevantes en la estructura, como la semilla , que aumentó un 102 por ciento y fertilizantes, especialmente fosfato diamónico que aumentó un 155 por ciento.
El maíz, que ocupó el 29 por ciento del valor bruto de producción, es el cultivo con mejor evolución, ya que la cotización pizarra Rosario pasó de 92.000 pesos por tonelada en noviembre de 2023 a 214.800 pesos en febrero de 2025, totalizando un aumento del 133 por ciento.
“Si analizamos los costos inherentes al proceso de producción, se observa que el conjunto de los insumos creció un 124 por ciento, pero puntualmente la semilla y el fertilizante considerado fosfato monoamónico, aumentaron alrededor del 155 por ciento. La buena noticia es que el otro insumo clave y costoso en la estructura, la urea, varió sólo un 89 por ciento en dicho período, por lo que, respecto al fertilizante, el maíz ganó poder de compra”, detallaron desde la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
El Sorgo presenta el peor escenario de los cultivos analizados. Mientras la cotización de su pizarra solo varió un 67 por ciento en el período analizado, todos sus insumos en pesos se incrementaron por encima de este porcentaje. En febrero de 2025, la semilla costó un 210 por ciento por encima del valor que registraba en Noviembre de 2023. La urea un 89 por ciento y fertilizantes, como el fosfato diamónico, alrededor del 155 por ciento.
El efecto del aumento del gasoil sobre los cultivos de soja y maíz en Entre Ríos
Entre los más relevantes costos analizados, encontraron que el precio del gasoil aumentó un 173 por ciento desde Noviembre 2023 a Febrero del corriente año.
“Esta pérdida del poder adquisitivo puede expresarse en litros, ya que todos los cultivos quedaron por detrás. A Febrero 2025, a pesar de la disminución en las alícuotas de retenciones que llevó a elevar las cotizaciones pizarra de los cultivos, en todos los casos, se adquieren menos litros con una tonelada, que previo a la devaluación ocurrida en Diciembre 2023”, explicaron.
Es un servicio que tiene relación directa con el aumento de precio del combustible experimentado durante los meses analizados. La cotización del flete corto más flete largo promedio, teniendo en cuenta el principal destino en cada cultivo, creció un 170 por ciento en todos los casos. Puntualmente, “por la caída de las cotizaciones en dólares de dichos cultivos”.
Esto se traduce en que, a los productores agrícolas, ahora les cuesta mayor cantidad de granos realizar un envío, principalmente en soja y sorgo.
En todos los cultivos, las labores siguieron el ritmo devaluatorio y quedaron por detrás los precios de todos los cultivos. “Mientras las labores aumentaron un 2 por ciento en dólares, la cotización en dólares de los cuatro cultivos considerados cayó en promedio un 27 por ciento”, agregaron los analistas.
Fuente: Campo y Economía