El volumen extraordinario de residuos que deja la campaña complica el trabajo de las sembradoras y exige ajustes precisos en el manejo del rastrojo. Una distribución uniforme durante la cosecha es clave para evitar fallas de implantación y preservar el rendimiento del cultivo siguiente.
El momento más crítico del manejo del rastrojo ocurre durante la cosecha. Mientras avanza la recolección del trigo, se intensifican las conversaciones sobre cómo manejar los residuos de manera eficiente para no generar problemas en la implantación del cultivo subsiguiente, en especial la soja.
Según la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, en la campaña en curso se proyecta en la provincia una producción superior a los 3 millones de toneladas del cereal, lo que implica un volumen considerable de rastrojo a distribuir.
Manejo del rastrojo: por qué la distribución uniforme es clave
“Teniendo en cuenta que la siembra arranca con la cosecha del cultivo anterior, para lograr una buena implantación hay que distribuir de manera pareja la paja del cultivo cosechado”, señala a AIRE Agro Rubén Darío Roskopf, investigador de la Estación Experimental INTA Paraná.
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El técnico remarca la necesidad de “concientizar y recordar la importancia de lograr la distribución uniforme de los rastrojos que salen de la cosechadora”.

Respecto del equipamiento y su eficiencia, advierte: “Habitualmente no se tiene en cuenta el residuo. Incluso observamos avisos publicitarios de cosechadoras nuevas que no cumplen con ese requisito. El ancho de distribución suele ser menor que el ancho de corte de la plataforma, lo que muestra que no cumplen con su trabajo, y esto es un problema, incluso en máquinas nuevas”.
Ajustes en la cosechadora para lograr un picado y reparto eficientes
Desde el sector fabricante coinciden en que, para obtener una distribución óptima del rastrojo, las cosechadoras deben incorporar cuchillas más largas y con mayor número de filos en el picador; rotores de alto impacto que logren fragmentos más cortos; contracuchillas ajustables para aumentar la efectividad del corte; eyectores de flujo dirigidos para mantener la distribución en todo el ancho de la plataforma; y aletas deflectoras anchas para evitar acumulaciones en hileras.
Roskopf enfatiza además la importancia del mantenimiento: “Es fundamental tener comprobados los sistemas de distribución de granza y paja, que funcionen al cien por ciento, sin roturas ni faltantes de paletas o elementos. En el apuro por la cosecha suele ser lo último en lo que se piensa, pero afecta directamente la siembra del cultivo siguiente”.
Tecnología de precisión aplicada al manejo de residuos de cosecha
Fabricantes nacionales y representantes de firmas internacionales coinciden en que las tecnologías de precisión aplicadas al manejo del rastrojo son determinantes. Entre ellas destacan:
- Control seccional en sembradoras y fertilizadoras, que evita duplicaciones en cabeceras y reduce acumulaciones de residuos o semillas.
- Sensores de biomasa y mapas de rendimiento, que permiten modular la siembra o decidir aplicaciones específicas, como un pase de rolo o triturador.
- Piloto automático y cortes por GPS en cosechadoras, que mejoran la uniformidad del picado en cada pasada.

Para Roskopf, la simple evaluación visual no alcanza. “En el campo puede parecer que los residuos se distribuyen de manera uniforme, pero los datos analizados muchas veces muestran lo contrario”, sostiene.
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Qué muestran los estudios recientes sobre la distribución del rastrojo
El investigador adelanta resultados de estudios recientes sobre manejo de rastrojos. Explica que, durante la cosecha, al medir la distribución realizada por la cosechadora mediante muestras de 0,25 m² colocadas perpendicularmente al avance, se comprobó que la expulsión del material no grano no fue uniforme.
“Encontramos picos de concentración justo en el centro de la máquina y otros a dos metros del centro, con valores de hasta 7.400 kg/ha de rastrojo en un trigo que rindió 3.460 kg/ha. Esto representa una concentración de residuos de más del doble respecto del rendimiento, cuando debería ser prácticamente equivalente”, concluye.
