Sin embargo, a pesar de los altibajos, el crecimiento acumulado durante los primeros cinco meses de 2025 es del 3,3% en comparación con el mismo período del año pasado.
Los datos surgen del informe elaborado por el Departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA).
La utilización de la capacidad instalada (UCI) en el sector metalúrgico alcanzó el 46,6% en mayo, lo que muestra una mejora leve respecto al año pasado, aunque sigue siendo uno de los valores más bajos en la historia del sector. Este dato refleja el estancamiento de algunos rubros clave, como la fundición, autopartes y bienes de capital, que aún enfrentan dificultades.
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Santa Fe, protagonista de la recuperación
Dentro de este panorama mixto, Santa Fe se destaca como líder en la recuperación de la industria metalúrgica. La provincia registró un aumento interanual de 3,8% en mayo, posicionándose por encima de otras provincias productoras clave como Córdoba (3,5%). Este crecimiento estuvo principalmente impulsado por la actividad de la maquinaria agrícola, uno de los sectores más importantes para el entramado metalúrgico santafesino.
El panorama nacional y los desafíos del comercio exterior
A nivel nacional, el crecimiento de las exportaciones metalúrgicas alcanzó los US$ 476 millones en abril, lo que representa un aumento interanual del 7,4%. Sin embargo, las importaciones en el sector también crecieron de manera preocupante, alcanzando un incremento del 29,4%. Las importaciones de bienes de capital, que están a niveles récord, han provocado que las empresas locales enfrenten competencia desleal y sigan con dificultades en su proceso de recuperación.
El empleo en la industria metalúrgica también refleja el delicado momento del sector, con una caída interanual del 1,9%, aunque se mantiene estable respecto al mes anterior.
Si bien la industria metalúrgica en Santa Fe y otras provincias muestran signos positivos, la recuperación completa aún parece lejana. El sector continúa luchando contra los desafíos de las importaciones crecientes y los problemas internos de varios subsectores. A pesar de este panorama, la resiliencia de algunas ramas productivas, como la maquinaria agrícola, ofrece un atisbo de optimismo para el futuro.