Inspirado en la estética del costumbrismo argentino, el almanaque diseñado por una cooperativa santafesina para el año entrantes propone una mirada actualizada de la vida rural. El diseño, realizado con inteligencia artificial entrenada en el estilo de Florencio Molina Campos, recupera un formato clásico que mantiene vigencia y aceptación entre los socios año tras año.
En tiempos de digitalización, internet de las cosas, drones e inteligencia artificial en el campo, una cooperativa agropecuaria de Santa Fe tuvo la original idea de plasmar estas nuevas herramientas y hábitos al estilo de los grandes exponentes del costumbrismo rural argentino en su Almanaque 2026.
Tradición costumbrista con guiños al agro del siglo XXI
Se trata de un formato de escritorio, pensado para obsequiarse a socios y allegados, y que propone una combinación entre la estética de las obras clásicas que caraterizaron los almanaques rurales del siglo XX y los hábitos tecnológicos del campo actual. La edición incluye doce ilustraciones —una por cada mes— en las que se representan escenas tradicionales del ámbito rural atravesadas por prácticas contemporáneas de la producción agropecuaria.
Las imágenes remiten de manera directa al imaginario creado por Florencio Molina Campos. En una de las láminas, un gaucho de bombachas anchas observa el cielo abierto del campo, aunque su atención no está puesta en las nubes sino en un dron que sobrevuela el lote. En otra, un peón trepa a un molino para “buscar señal” con el teléfono celular. También aparecen paisajes con silo bolsas y maquinarias modernas integradas a escenas que, por su composición y personajes, podrían pertenecer a las décadas de 1920 a 1950.
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El legado visual de Florencio Molina Campos como referencia
La iniciativa de la Cooperativa Agrícola Ganadera de Videla Ltda. toma como referencia la obra de Molina Campos, máximo exponente del costumbrismo argentino, cuyo estilo humorístico y narrativo marcó un hito en la cultura visual del país. Sus almanaques creados para la empresa Alpargatas, a partir de 1931, se convirtieron en un fenómeno publicitario y cultural sin precedentes. Durante los períodos de colaboración entre 1931 y 1936 y entre 1940 y 1945 se distribuyeron cerca de 18 millones de láminas, que popularizaron la representación de la vida gauchesca y rural en todo el territorio argentino.
En el Almanaque 2026 de la cooperativa santafesina, esa tradición visual es reinterpretada para reflejar los cambios en las prácticas productivas y en la vida cotidiana del agro. La convivencia entre personajes históricos y tecnologías actuales busca mostrar la continuidad de la identidad rural en un contexto de transformación, sin perder el tono humorístico y costumbrista que caracteriza a este tipo de representaciones.

Inteligencia artificial aplicada al arte costumbrista
Desde la institución explicaron que el proceso creativo incorporó, además, una metodología innovadora. Las ilustraciones fueron generadas mediante inteligencia artificial, entrenada con referencias visuales de época, como afiches, láminas escolares, pinturas costumbristas y materiales de archivo. A partir de ese entrenamiento, se elaboraron imágenes que recrean situaciones actuales del campo argentino dentro de una estética antigua, con el objetivo de lograr coherencia histórica y atractivo visual.
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Según indicaron desde la institución, el almanaque está teniendo una buena aceptación entre los socios, muchos de los cuales lo buscan todos los años como parte de una tradición consolidada. También destacaron el valor cultural de la propuesta y su intención de vincular el legado artístico del costumbrismo argentino con el presente del sector agropecuario.

