El inicio de las labores mostró rindes iniciales satisfactorios, aunque con diferencias entre zonas por el impacto del ataque de aves. El informe del SEA también trazó un panorama general del estado de maíz, soja, algodón y sorgo, junto con un diagnóstico favorable sobre la disponibilidad de agua útil en los suelos del centro norte de la provincia.
Con el inicio de las labores de recolección en los lotes más adelantados, la campaña de girasol comenzó a transitar una etapa clave en el centro norte de Santa Fe. Según el informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA), correspondiente al período del 17 al 23 de diciembre de 2025, la cosecha se puso en marcha de manera anticipada en el norte de la región, principalmente para evitar posibles pérdidas ante escenarios de inestabilidad y con el objetivo de resguardar la producción obtenida.
Un arranque prematuro para resguardar la producción del clima y las plagas
Las primeras tareas se desarrollaron en un contexto general de buen a muy buen estado de los cultivos, aunque condicionadas por una problemática que volvió a ganar protagonismo: el ataque de aves.
En varios lotes, especialmente del norte de la región, los daños provocados por pájaros obligaron a los productores a adelantar el secado de los cultivares para reducir el impacto y permitir el ingreso de las cosechadoras.
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Esta situación volvió a marcar diferencias dentro de la región, con sectores donde el daño fue más evidente y otros donde la incidencia resultó menor.

En cuanto a los resultados iniciales, los rendimientos obtenidos en las primeras hectáreas recolectadas se ubicaron entre los 17 y 20 quintales por hectárea, con máximos puntuales que alcanzaron los 23 quintales. Se trata de valores considerados satisfactorios para el inicio de la campaña, que reflejan el buen desempeño general del cultivo en la mayor parte del área evaluada por el SEA, donde el girasol totalizó unas 160.000 hectáreas implantadas, un 18 % más que en la campaña anterior.
Buen desempeño general de los cultivos de la campaña gruesa
Mientras avanza la cosecha de la oleaginosa, el resto de los cultivos de la campaña gruesa muestra, en términos generales, una evolución favorable.
El maíz temprano se consolidó con una superficie sembrada de 95.000 hectáreas, evidenciando un aumento significativo respecto del ciclo previo y con lotes que mantienen un estado bueno a excelente, sin inconvenientes sanitarios de relevancia.

La soja temprana completó su proceso de implantación con algo más de 1.070.000 hectáreas, superando levemente la superficie del año anterior, y con una evolución considerada positiva.
En paralelo, la soja tardía avanzó sobre el 45 % del área prevista, con una intención cercana a las 600.000 hectáreas, mientras que el maíz tardío comenzó a sembrarse con buen ritmo y una proyección de crecimiento del 22 % interanual.
En el caso del algodón, el proceso de siembra alcanzó alrededor del 65 %, con diferencias entre el este y el oeste algodonero, vinculadas a decisiones de manejo y rotación de cultivos.
El sorgo granífero, en tanto, presentó un avance cercano al 83 %, aunque con una superficie estimada inferior a la del ciclo pasado.
Buena disponibilidad de agua útil en los suelos
El diagnóstico hídrico acompaña este escenario productivo. En el conjunto de los doce departamentos que integran el área de estudio se registra una buena a muy buena disponibilidad de agua útil en los primeros centímetros del perfil del suelo, condición favorable tanto para las labores de cosecha como para el desarrollo de los cultivos aún en pie. No obstante, en sectores bajos se detectaron puntualmente áreas con exceso de humedad y encharcamientos.
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Con este panorama, la campaña agrícola 2025/2026 avanza con señales alentadoras en el centro norte santafesino, donde el inicio de la cosecha de girasol marca el primer balance concreto de una temporada que, hasta el momento, combina buenos resultados productivos con desafíos persistentes, como el control de aves y la gestión de ambientes con contrastes hídricos.

