El productor Germán Weiss analizó el presente del agro en Connectagro y destacó que destrabar la producción impulsa el empleo, el desarrollo y el crecimiento de las comunidades.
El productor agropecuario Germán Weiss participó este martes del evento organizado por Bayer, Connectagro, y compartió su mirada sobre el presente del sector y el impacto que tiene la actividad en la vida económica y social de los pueblos del interior.
Desde América (provincia de Buenos Aires), su localidad de 10 a 12 mil habitantes, definió con claridad el rol central del campo: “Es 100 % agro la actividad económica. Todo lo comercial y de servicios para la vida de un pueblo se desarrolla en función del agro. Cualquier cosa buena para el agro es buena para la comunidad”, expresó.
Weiss detalló que su actividad combina agricultura, ganadería de leche y ganadería de carne en campos propios y de terceros, desde el formato de una PYME agropecuaria. Y remarcó que el movimiento económico que genera el campo se traduce en empleo, desarrollo y oportunidades en cada localidad: “Es el ingreso de dinero, el ingreso de posibilidades de empleo, de trabajo, de generación de nuevas cosas bien de la mano”.
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Expectativas positivas y señales del Gobierno nacional
Consultado sobre el momento que vive el sector, Weiss fue claro: “Con mucha expectativa”. Destacó que el Gobierno nacional tomó decisiones que destrabaron procesos que históricamente complicaban a la producción. Mencionó la eliminación de trabas para importar y exportar, la apertura de mercados y la reducción de derechos de importación en actividades como la lechería y la ganadería. También valoró la baja parcial de retenciones en la agricultura.
“Falta mucho, pero el productor ve que vamos en el camino correcto y eso genera amplias expectativas”, señaló. Para Weiss, estos cambios no solo benefician a productores, sino que tienen un impacto directo en el desarrollo del país: “Es más importante para el país, para poder desarrollar toda la potencialidad del sector agropecuario”.
“El agro no necesita apoyo: necesita no tener desapoyo”
Weiss comparó el nivel de acompañamiento estatal al agro en la región: “Todos los países de América tienen un apoyo fuerte del Estado para la producción agropecuaria”, explicó. Mencionó que Brasil destina el 0,4 % de su PBI al apoyo productivo, y Estados Unidos o Europa el 0,5 %. En contraste, en 2023, Argentina era el único país de América con un “apoyo negativo”: “El Estado no apoyaba, sino que desapoyaba al agro”.
Si bien reconoció que parte de esa situación comenzó a corregirse, aseguró que aún queda camino por recorrer: “El agro en Argentina no necesita que lo apoyen, necesita que no tenga desapoyo. Eso liberaría millones de hectáreas productivas”.
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Weiss señaló que las condiciones impositivas y logísticas en Argentina encarecen la incorporación de tecnología, afectando la competitividad frente a países como Brasil: “Cualquier tecnología nueva, desde un tractor a una innovación digital, un brasileño lo compra con la mitad o un tercio del valor en kilos de soja. Nosotros tenemos que gastar dos o tres veces más”.
Esta diferencia –explicó– impacta directamente en la eficiencia y en la capacidad de producir más y mejor.
La lechería, un sector frenado hace 25 años
En su análisis, Weiss también se refirió a la situación de la lechería, estancada desde hace décadas. Recordó que las exportaciones se cerraron y que en un momento se aplicaron retenciones del 50%: “Eso porque el productor ganaba mucha plata. Y yo digo: acá lo menos importante es el productor. Se fijan en el productor y no se ve todo lo que hay atrás”.
Para Weiss, la mirada debe ser sistémica: cuando el agro crece, crece la comunidad. Cuando se traba la producción, todo lo que la rodea se detiene.

