La producción de leche sigue en alza pero el consumo cae: hay preocupación por la rentabilidad de los productores.
En los primeros siete meses de 2025, la producción de leche en los principales países exportadores aumentó cerca de un 1%, con un fuerte impulso del 2,6% solo en julio. Sin embargo, esta mayor oferta no se corresponde con la demanda global, que cayó unas 600.000 toneladas en equivalente de leche. Esta brecha genera una contracción de los mercados lácteos a nivel mundial.
El fenómeno se siente con mayor fuerza en la Unión Europea, donde los precios de productos clave como la manteca alemana se derrumbaron casi un 20% en pocas semanas. También el queso Edam, un clásico del mercado europeo, sufre caídas importantes en su cotización.
El impacto en los productores de leche
La baja en los precios internacionales de las materias primas ya comenzó a reflejarse en el precio de la leche en origen, lo que representa un nuevo golpe para la rentabilidad de los productores.
Algunas compañías europeas informaron reducciones en el pago a tambos, mientras que analistas del sector anticipan una posible reducción de los rodeos lecheros. Esto podría deberse tanto a la caída de márgenes como al endurecimiento de las regulaciones ambientales.
En los Estados Unidos, otro de los gigantes del sector, los altos precios de las vacas de descarte también podrían generar un ajuste en los rodeos, que se encuentran en uno de sus máximos históricos.
Estados Unidos responde con subsidios millonarios
La tensión en el mercado no se limita a los lácteos. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) anunció un paquete de 13.500 millones de dólares en asistencia a la industria agroalimentaria, en un intento por sostener al sector ante un escenario adverso.
El contexto se ve agravado por el fracaso de China en absorber la soja estadounidense, lo que complica aún más la balanza comercial agrícola del país norteamericano.