El presidente de la Asociación Santafesina Industrial de la Maquinaria Agrícola, Elbio Dolzani, analizó en AIRE Agro los «números positivos» del sector en este 2025; pero advirtió por la vuelta de las retenciones y la rentabilidad del sector primario.
El mercado de maquinaria agrícola en Argentina tuvo un gran inicio del 2025, con cifras que refuerzan una tendencia de recuperación. Según el último informe de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), su venta se disparó un 125,6% en abril (794 unidades vendidas) frente a marzo (352) y alcanzó así el nivel más alto para ese mes en los últimos cinco años.
Mayo le dio continuidad a la tendencia, con un total de 852 unidades comercializadas (8,9% más que en abril) y un crecimiento interanual del 33,1% en comparación con las 641 unidades vendidas en mayo de 2024.
El acumulado anual de maquinaria vendida desde enero hasta mayo de 2025 asciende a 2.862 unidades, lo que significa una suba del 43,3% frente a las 1.997 unidades registradas en el mismo período de 2024.
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AIRE Agro dialogó al respecto con Elbio Dolzani, presidente de la Asociación Santafesina Industrial de la Maquinaria Agrícola (ASIMA), quien reconoció que los industriales del sector están «con números positivos respecto al 2024», al tiempo que profundizó en analizar los datos estadísticos.
«En 2024, hubo una gran incertidumbre producto de las políticas del nuevo Gobierno y el manejo de la macroeconomía. Las tasas eran elevadas y veníamos de un 2023 con una sequía muy grande, que repercutió en 2024. Ese 2024 se presentaba bueno en cuanto a la cantidad de cosecha, pero el escenario climático fue adverso producto de la chicharrita del maíz en el centro-norte del país», comenzó explicando Dolzani.

En ese contexto, puntualizó que en 2025 «salieron muchas operaciones, forzadas por los créditos accesibles y la tasa de subsidio del Gobierno de Santa Fe para los que fabricamos en la provincia», lo que generó una «excelente facturación» en abril.
«Hay una recuperación, la campaña de granos gruesos en la zona núcleo tiene muy buenos rendimientos y eso hace que el productor agropecuario se entusiasme y vuelva a invertir», consideró Dolzani.
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El titular de ASIMA remarcó también la necesidad de renovación de maquinaria que tiene el sector agropecuario, producto de los avances tecnológicos: «Cuando el productor ve nuevas tecnologías y tiene rentabilidad, se anima a invertir y a incorporar tecnología».
La preocupación por el fin del CIBU, en segundo plano ante vla vuelta de las retenciones
Dolzani también se refirió a la eliminación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU) en abril dispuesto en abril pasado, lo que permitió la importación irrestricta de maquinaria agrícola usada.
«La preocupación por la eliminación del CIBU está», señaló Dolzani, pero diferenció: «Más nos preocupa que el sector primario no tenga rentabilidad».
En este sentido, el presidente de ASIMA subrayó que el Gobierno prevé la vuelta de las retenciones a partir del 1 de julio, un tema que, según su análisis, requiere la unión del sector industrial con el agropecuario: “Como entidades intermedias, debemos unirnos al sector agropecuario y luchar para que las retenciones sean nuevamente reducidas”.
Asimismo, Dolzani advirtió que los precios de los commodities agropecuarios están en los niveles más bajos de los últimos años: “Si seguimos con las retenciones, especialmente a la soja y al maíz, las señales para que el productor agropecuario continúe invirtiendo no son buenas. Esto sería un retroceso para la producción”, aseguró.
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Si bien reconoció los esfuerzos del Gobierno nacional para ordenar la macroeconomía, enfatizó que “no se puede seguir castigando al sector agropecuario, que da trabajo a numerosos pueblos del interior del país, los cuales dependen directamente de la maquinaria agrícola y del sector primario”.
En cuanto a la importación de maquinaria usada, Dolzani aclaró: “La prohibición de importar productos usados nunca existió como tal. Lo que se implementó fue un sistema en el que quienes querían importar debían obtener un certificado de importación. En 2023 ingresaron siete cosechadoras usadas, y en 2022, cuatro. Siempre hubo un flujo de importaciones de maquinaria usada”.
Y sumó: “La eliminación de ciertas restricciones facilitó algunas importaciones, pero son las nuevas reglas de juego. Ahora debemos enfocarnos en ser más eficientes y continuar luchando para garantizar que el sector primario obtenga la rentabilidad que merece. Es inconcebible que el agro argentino siga siendo castigado con retenciones. Necesitamos una reforma positiva, una reforma laboral y una reducción de los elevados costos que tenemos en el país».
¿Por qué bajaron los precios de la maquinaria agrícola?
Días atrás, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, había asegurado que los precios de la maquinaria agrícola se redujeron a la mitad tras la eliminación del CIBU.
Sin embargo, el referente de ASIMA discrepó con esa afirmación y sostuvo que los precios han bajado entre un 25% y 30%, sugiriendo que esta disminución fue producto de diversos factores, y no únicamente por la desregulación implementada.
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«Desde 2023 hasta 2024, los costos de la chapa y los insumos en Argentina fueron el doble o incluso el triple que en otros países. Los costos eran altísimos, pero ahora se han acomodado un poco, aunque seguimos por encima de los precios internacionales, especialmente en lo que respecta al acero. Además, un estudio de competitividad reveló que, en diciembre de 2024, lo que se fabricaba en Argentina tenía el doble de impuestos que lo producido en Brasil o México», explicó.
En este sentido, destacó que «la baja de los precios fue facilitada por la apertura de importaciones gracias a la eliminación del Impuesto País, el doble tributo del IVA y el adicional del IVA. Necesitamos precios competitivos y que se liberen los insumos para poder incorporarlos en nuestras máquinas o producirlas».