Productores y especialistas compartieron experiencias concretas sobre cómo mejorar la gestión, agregar valor y sostener el arraigo rural. Liderazgo, trabajo en equipo y planificación familiar emergieron como pilares clave para afrontar los desafíos del sector.
Con la participación de productores, empresarios y referentes institucionales, el 5º Seminario Internacional de Lechería se llevó a cabo en la Sociedad Rural de Rafaela bajo el lema “Un esfuerzo conjunto”.
Además del marco institucional y técnico, los testimonios de vida y gestión marcaron el pulso de la jornada, poniendo el foco en los caminos reales hacia una lechería más eficiente, asociativa y posible de heredar para las nuevas generaciones.
El encuentro, único en el país por su convocatoria amplia a toda la cadena láctea, incluyó tres auditorios paralelos para abordar las problemáticas y oportunidades específicas de cada actor: producción primaria, industria y Estado. Pero fueron las voces del territorio las que otorgaron profundidad y sentido a los principales desafíos del sector.
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Eficiencia con liderazgo: más que números
Uno de los conceptos más escuchados fue la necesidad de pensar la eficiencia más allá de los costos. Así lo planteó el Ing. Agr. Alejandro René Centeno (INTA San Francisco), quien advirtió que escalar no siempre significa mejorar: “La eficiencia baja costos, pero no siempre la escala asegura eficiencia. Se necesita liderazgo, habilidades personales, desarrollo de equipos y clima laboral. Esas competencias no son opcionales si queremos crecer”.
Su mensaje interpeló a productores y profesionales por igual: no se trata solo de ajustar números, sino de gestionar personas, procesos y cultura organizacional en el tambo.
Por otra parte, entre los testimonios más impactantes estuvo el de Franco y Juan Cassina, productores de Cañada Rosquín, que compartieron cómo transformaron su realidad tras años de crisis. “Sufrí en carne propia ser piquetero durante la 125 y cuando el litro de leche valía 8 centavos de dólar. No quería dejarle eso a mi hijo”, relató Juan con crudeza.
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A partir de ese punto de inflexión, decidieron cambiar de raza lechera y de sistema, integrando toda la cadena: producción, procesamiento y comercialización. Hoy su empresa, Alloa SA, produce leche, elabora queso azul y otros productos, y cuenta con un punto de venta directa frente a la fábrica. “Encontramos en esta provincia caminos que se fueron abriendo”, agregó Cassina.
Su experiencia dio testimonio de que la integración productiva no solo es posible, sino que puede ser una herramienta clave para ganar autonomía, agregar valor y generar empleo local.
Asociarse para crecer: una cultura de cooperación
Otro de los ejes destacados fue el del asociativismo como motor del desarrollo. Raúl y Andrés Beltramino compartieron el recorrido de su empresa tambera, que emplea a más de 80 personas y ha incorporado herramientas tecnológicas avanzadas para el monitoreo en tiempo real de los rodeos.
“El punto de partida fue en 1987, cuando 13 productores nos asociamos para comprar una rotoenfardadora”, recordó Raúl. Desde entonces, la cultura del trabajo en red y el aprendizaje compartido fueron fundamentales para el crecimiento. “El asociativismo no es fácil, pero es necesario. Dispara muchas herramientas y genera oportunidades.”

Una de las decisiones clave fue la de escuchar a los propios trabajadores. En 2010, junto al movimiento CREA y la Facultad, diseñaron una encuesta interna que les permitió simplificar tareas y mejorar el clima laboral. “Crecimos como empresa, pero también como equipo”, explicó Andrés.
A su turno, el Lic. Roberto Eduardo Bazán, especialista en gestión de empresas familiares, aportó una mirada estratégica sobre los procesos de transición generacional. Su mensaje fue claro: “Nunca se retiren de la empresa familiar, cambien de rol. Sean asesores, no obstáculos”.
Bazán remarcó que la planificación del recambio lleva tiempo —al menos cinco años— y requiere herramientas concretas como protocolos familiares, planificación societaria y patrimonial. “Hay que anticipar lo obvio. Resolver hoy los problemas que de otro modo les dejaremos a nuestros hijos”, subrayó.
Diálogo multisectorial para un futuro compartido
El evento concluyó con un panel integrado por representantes del sector productivo, industrial y estatal, entre ellos Roberto Perracino (MEPROLSAFE), Alfredo Trionfini (CARSFE), Sebastián Alconada (Dirección Nacional de Lechería), Carlos de Lorenzi (Provincia de Santa Fe), Pablo Villano (APYMEL) y el analista económico Gustavo Lázzari. Todos coincidieron en que la clave está en construir consensos a partir del diálogo sostenido.
El 5º Seminario Internacional de Lechería no sólo propuso una agenda de temas técnicos y económicos, sino que mostró, a través de experiencias reales, que es posible construir una lechería más eficiente, integrada, asociativa y con futuro.