El tambo de Carlos Pellegrini, reconocido por su gestión, sistema y calidad, comenzará a construir una segunda sala de ordeño y nuevos galpones para llegar a 3.700 vacas en producción.
Abrir las tranqueras es una tradición del Grupo Chiavassa, que celebró en 2024 cien años en la lechería. Esta semana volvió a recibir a productores con un remate especial de 120 ejemplares, en un momento positivo para el sector, donde se vislumbra un horizonte más amplio.
Con una historia clara y el futuro definido, Cristian Chiavassa detalló al inicio del remate: “Estamos ordeñando unas 1.700 vacas. Corrigiendo la leche a 3,5% de grasa y 3,2% de proteína, promedian entre 41 y 42 kilos al año. Hoy algo menos en kilos reales, pero con sólidos elevados: 4,10-4,20 de grasa y 3,60-3,70 de proteína. Gracias al avance genético, logramos vacas con producciones excelentes y sólidos impresionantes”.
Con una estrategia sólida que incluye selección genética, valoración genómica, uso de semen sexado y asesoramiento de Horacio Larrea, el tambo genera un excedente de animales de alta calidad, puestos a la venta con muy buenos precios. “Hace siete años usamos 100% toros genómicos, sumado a crianza robotizada, equipos capacitados y alimentación de calidad. El promedio de producción es de 40 litros, algunos llegan a 70, con lactancias de hasta 14.000 litros y buena performance reproductiva”.
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Confort animal: entre compost y free stall, el bienestar sigue siendo prioridad
Chiavassa crece con planificación: “Tenemos capacidad de crecer un 10% anual. Ya proyectamos un nuevo tambo para ordeñar 3.700 vacas. Estimamos que llevará entre cuatro y cinco años. Haremos una nueva sala”.
Duplicarán el sistema rotativo actual con otro equipo ya adquirido en 2024. El movimiento de suelo comienza en breve y esperan ordeñar en la nueva sala a fines de 2026 o comienzos de 2027.
Aún evalúan si los futuros galpones serán de compost o free stall, pero el objetivo sigue siendo el confort animal. Al recorrer las instalaciones actuales, se ve a los animales descansando y produciendo leche, incluso en días frescos.

“Como queremos producir la genética dentro del establecimiento, llevará tiempo alcanzar el objetivo, tanto por las inversiones como por el crecimiento en número de animales”, dice Cristian. El Holando Argentino sigue siendo la raza central en su sistema.
Diversificación inteligente: 50.000 cerdos por año en alianza estratégica
Con sus hermanos Cristóbal, Rocío y Soledad, Cristian continúa la tradición junto a su padre Carlos en 970 hectáreas propias y 730 arrendadas, donde conviven galpones, tambo rotativo, pasturas, agricultura y una nueva unidad: los porcinos.
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“Somos porque fueron y serán porque somos”, repite Carlos, líder del grupo familiar que se apoya también en su equipo de trabajo y cada espacio productivo.
En septiembre se cumplirán dos años desde que comenzaron con el engorde de cerdos, buscando diversificación y solidez. Asociados con Isowean SA (Monte Buey, Córdoba), segundo criador de cerdos del país, reciben animales de 21 días y seis kilos para engorde hasta los 125 kg en 150 días.
“Engordamos 50.000 cerdos al año. Recibimos 6.000 por semana, lo que llena los galpones rápido y permite una producción estandarizada. Esto también facilita el manejo sanitario, ya que se pueden vaciar por completo si surge algún problema”, explicó Cristian.

Buen momento para la lechería: precios, forraje y capacidad de expansión
Respecto al negocio principal, Chiavassa ve desafíos y oportunidades. “La lechería está en un buen momento. Las relaciones leche/maíz y leche/soja son históricamente buenas. Se logró buena calidad y volumen de forrajes en muchas zonas, lo que favorece la incorporación de animales”.
Según Cristian, “en los últimos dos años muchos tambos se achicaron por la sequía y otros factores. Hoy podrían incorporar más rodeo. La duda es qué pasará hacia la primavera con un dólar quizás aún atrasado, lo que afectaría las exportaciones”.

La calidad de la leche de Chiavassa abastece a Helacor, fabricante de los helados Grido. “Siempre hay exceso de oferta. En los primeros cuatro meses del año la producción se recuperó fuerte, pero recién el mes pasado fue superior a la de hace dos años”.
Cristian aporta una mirada de cadena: “Sería bueno lograr mayor coordinación entre industria y productores. Tal vez suene utópico, pero sería positivo ajustar oferta a demanda o modificar suplementaciones según contexto. Sería clave para planificar y hacer sustentable la actividad para todos”.