La demanda firme, los buenos márgenes frente a costos controlados y el impacto del clima posicionan a la actividad en un momento excepcional. Además, el repunte del mercado interno y señales de recuperación en las exportaciones fortalecen las perspectivas del sector.
La cría vacuna cierra un semestre probablemente sin precedentes en la ganadería argentina y con óptimas perspectivas para la segunda parte del año, ya que se esperan mejores precios para los terneros y una primavera con buen pasto, lo que favorecerá las preñeces.
Precio, producción y renta: todo juega a favor de la ganadería, una actividad que este año logró dejar de ser «el último orejón del tarro» en la cadena cárnica.
En el primer tramo de 2025, los precios de los terneros fueron muy buenos, medidos en dólares o en función de los valores de los costos del sector. Es decir, sus precios relativos fueron positivos.
LEÉ MÁS►Genética Braford de elite en el nuevo remate de Cabaña El Amargo
Esto fue consecuencia de una alta demanda de hacienda por parte de recriadores y feedloteros. Los primeros se vieron favorecidos por el buen clima y los bajos costos de la producción pastoril; los segundos, por el bajo precio del maíz y la buena respuesta del mercado interno, que recompuso su poder de compra y pagó bien la carne, lo que se trasladó al ganado gordo y luego al ternero..

El precio del ternero superó ampliamente la inflación
De acuerdo con datos de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), en junio los terneros de invernada promediaron —tomando como referencia el precio del Rosgan— los 3.700 pesos por kilo vivo.
Esto implicó una mejora del 6 % respecto de mayo. Esa suba anticipa otras aún más significativas para la primavera, ya que se espera que la oferta disminuya y que, si el clima acompaña, los recriadores mantengan firme su intención de adquirir hacienda.
Además, la recomposición del precio del ternero fue muy buena en el último año, alcanzando el 82 %, según el informe ganadero de FADA. Esto significa que subió casi el doble que la inflación informada por el Indec, que fue del 43,5 %, y también mucho más que los costos de la actividad.
De acuerdo con las estadísticas del analista Ignacio Iriarte, el índice de insumos ganaderos —que contempla ítems como personal, pasturas, silaje, maíz, alambre, verdeos, gasoil y rollos— se incrementó un 30 % medido en dólares.
Las vacas también aportan rentabilidad con precios en alza
Los criadores también obtuvieron importantes beneficios por la venta de vacas destacadas, cuya oferta este año se redujo aparentemente por la mejora en las preñeces, gracias a la recomposición del forraje.

LEÉ MÁS►Fin del peso mínimo de faena: una decisión con respaldo ganadero y polémica en la industria
En junio, el valor promedio informado por el Mercado Agroganadero de Cañuelas para todas las categorías de vacas fue de 1.500 pesos por kilo, lo que representa una suba interanual del 55 %, también superior a la inflación.
Las perspectivas para la cría son muy buenas, ya que se aproximan los meses de menor oferta de terneros y una recomposición en la producción de forraje durante la primavera, lo que alentará la demanda por parte de los recriadores y sostendrá los precios.
En ese contexto, debería darse en algún momento una recomposición de la demanda de vientres para la reconstrucción del stock de madres. Sin embargo, muchos consideran que eso no ocurrirá mientras no haya mayor certeza respecto del rumbo económico de la Argentina.
Mejora la demanda mundial de carne vacuna y se recupera levemente el volumen de exportaciones
La Secretaría de Agricultura informó que las exportaciones de carne vacuna alcanzaron las 64.000 toneladas res con hueso en mayo, el mes con más ventas al extranjero en lo que va del año. Esto marca el segundo mes consecutivo de recuperación tras la fuerte baja registrada en marzo.

En relación con abril, hubo una recomposición de los volúmenes del 3 %. De todos modos, en el acumulado anual persiste una retracción del 20 % en la colocación de productos cárnicos. Probablemente, hacia fin de año esa brecha se achique, ya que el mercado mundial necesita abastecimiento, y 2025 podría no terminar tan mal como comenzó.
LEÉ MÁS►Fin del régimen nacional ovino-caprino: Santa Fe toma la posta con un programa provincial
La caída acumulada en los volúmenes exportados tiene varias causas. La primera es la falta de competitividad exportadora y la escasa rentabilidad de las empresas en un contexto de aumento de los costos industriales en dólares.
A esto se suma que, al liquidar divisas, se aplica un tipo de cambio inferior al oficial debido a los derechos de exportación sobre la carne de novillos, que son del 6,75 %.
Además, este año hay menos disponibilidad de novillos en el stock ganadero y también de vacas, debido a la mejora en las preñeces, lo que lleva a los criadores a vender menos vientres.
En lo que va del año, la faena de vacas totalizó 985.000 cabezas, lo que representa una caída del 17 % en comparación con el período enero-mayo del año pasado, cuando la sequía golpeó fuertemente al sector.
La mayor parte de la carne que exporta Argentina es de baja calidad y proviene de vacas tipo conserva y manufactura, destinadas principalmente al mercado chino. Sin embargo, con la mejora climática, esa oferta se redujo: muchas de esas vacas quedaron preñadas o se les dará una nueva oportunidad de lograrlo este año. Como hay pasto, mantenerlas en el campo no resulta tan costoso.

Por otra parte, la baja competitividad de los exportadores se ve disimulada por los buenos precios internacionales de la carne.
La cuota Hilton se está comercializando entre 16.500 y 17.500 dólares por tonelada; la carne destinada a Estados Unidos se ubica en torno a los 9.500 dólares por tonelada, y la que se exporta a China se afirmó y recuperó algo de valor. Además, hay expectativas de aumentos importantes en los próximos meses, a medida que se acercan las fechas previas al Año Nuevo Lunar.
Senasa autoriza el envío de carne con hueso a la Patagonia
El organismo sanitario publicó una normativa que permite comenzar a enviar carne con hueso envasada desde la zona al norte del río Colorado hacia la Patagonia. Esto incluye cortes como el asado y la falda.
En marzo se había decidido levantar la barrera sanitaria, pero, debido a la presión de los gobernadores y del sector privado, la medida fue suspendida.
En la normativa publicada el viernes, el Senasa informó que se realizaron consultas a las autoridades de Chile y de la Unión Europea, quienes dieron el visto bueno. Según el organismo, esto no tendrá un impacto negativo sobre la producción ni sobre el acceso a los mercados internacionales.
Además, se permitirá el traslado de animales desde Tierra del Fuego hacia Santa Cruz pasando por Chile sin restricciones. Sin embargo, no se podrán ingresar a la Patagonia medias reses o cuartos de carne vacuna provenientes del centro o norte del país, donde aún se vacuna contra la aftosa.