El sector ganadero atraviesa un año con buena demanda, precios firmes y clima favorable. Sin embargo, la escasez de crédito impide la retención de vientres, limita el “boom ganadero” y obliga a la financiación propia.
La ganadería argentina vive un año único, con precios firmes, buena demanda y clima favorable. Sin embargo, falta un insumo clave: créditos accesibles. Las tasas bancarias son imposibles de convalidar y “las tarjetas desaparecieron de los remates”, señaló el consignatario Roberto Mondino, quien agregó: “Es un año único: la ganadería está muy firme, el consumo interno se revitalizó y hay que cuidarlo, y además hay mejor demanda mundial”.
El buen ánimo de los ganaderos se refleja en precios y rentabilidad, pero la falta de financiamiento impide un proceso de retención que derive en una mayor oferta de carne en el futuro. Si crece la producción cárnica es por una leve suba en el peso medio de la res, que supera apenas los 230 kilos, un avance respecto de los 215/220 kilos de hace pocos años.
La disparada del dólar y, sobre todo, de las tasas genera incertidumbre y vuelve suicida cualquier acuerdo de deuda. Por eso, las empresas terminan financiándose con recursos propios, lo que en ganadería significa vender hacienda. Así, la faena se mantiene en niveles elevados y se proyectan volúmenes similares a los de 2024, año que cerró con una caída del stock ganadero.

En resumen: para que exista verdadera retención no alcanzan los buenos precios ni el clima favorable. Hace falta liquidez, y eso se logra con financiamiento, el gran ausente de este año. Sin crédito, el sector no logra alcanzar el tan mencionado “boom ganadero”.
Cómo la ausencia de financiamiento sostiene la alta faena vacuna
La faena vacuna de agosto sumó 1,15 millón de cabezas, según los datos publicados esta semana por la Secretaría de Agricultura. En términos absolutos, se observa una leve caída respecto de lo registrado en julio, pero ese mes tuvo dos días hábiles más. Al prorratear la cantidad de ganado vendido a frigoríficos por los días operados en ambos meses, el promedio diario fue de 57.000 animales.
Estos datos muestran que la oferta ganadera no cede y refuerzan las proyecciones de que, al cierre de 2025, se alcanzaría el mismo nivel que en 2024. Por lo tanto, el rodeo vacuno podría volver a reducirse, salvo que se produzca un importante crecimiento en la producción de terneros, algo que todavía no puede descartarse.
En el acumulado del año, la faena suma 9 millones de vacunos, el mismo volumen que en los primeros ocho meses de 2024.
Las diferencias se dan por categoría: la oferta de novillitos se mantuvo estable, la de novillos creció 10%, la de vaquillonas 5%, mientras que la de vacas cayó 10%.

Esto se explica gracias al buen clima del último año: las lluvias que comenzaron en la primavera pasada permitieron más recrías, lo que apuntaló la producción de machos. En el caso de las hembras, el productor apostó por retener vientres probados (aquellos que ya dieron terneros) y decidió vender terneras y vaquillonas, que este año muestran muy buenos precios en el mercado de invernada.
El índice de hembras en la faena es de 47%. Su participación es baja en comparación con años de liquidación, pero tampoco puede hablarse de retención si se consideran los crecientes niveles de faena de vaquillonas.
La invernada se afirma con precios en alza para terneros y vaquillonas
En las últimas semanas comenzó a anticiparse la firmeza de la invernada, típica de la primavera, cuando reverdecen los campos y se alargan los días. Aunque todavía persiste el frío invernal, la demanda ya impulsa los valores.
Los terneros aumentaron entre 5% y 8% en solo dos semanas. Los de menos de 180 kilos se venden entre 4.300 y 4.500 pesos; los de 180 a 200 kilos, entre 4.100 y 4.300 pesos; y los más pesados, entre 4.000 y 4.100 pesos.
También mejoraron las terneras, cuyos precios oscilan entre 3.800 y 4.300 pesos, según kilaje y calidad.
Los vientres también se afirman: las vaquillonas preñadas de rodeo general cotizan entre 1,5 y 1,6 millones de pesos, valores 20% superiores a los de hace un par de meses.

Respecto al ganado con destino a consumo, se observa cierta estabilidad en novillos, novillitos y vaquillonas, categorías que seguirán siendo las más ofertadas en los próximos meses.
Exportación firme: novillos y vacas con subas de hasta 45%
En tanto, la hacienda para exportación sigue firme. Los novillos, que a mediados de julio valían 5.000/5.100 pesos por kilo en gancho, tuvieron un incremento del 20%. Las cotizaciones de las vacas subieron más de 45% en los últimos dos meses.
La mejora en los precios de la hacienda responde a la mayor demanda mundial, pero sobre todo a cambios internos relacionados con la competitividad cambiaria, que mejoró con la suba del dólar. En el caso de la vaca, la menor oferta potenció aún más las subas.
Finalmente, cabe destacar lo que ocurre con los precios de la carne en el mercado internacional, en especial con la demanda europea, que paga valores récord. Los cortes Hilton se negocian a 19.000 dólares por tonelada, con subas semanales que podrían llevarlos a superar los máximos históricos alcanzados hace pocos años, cuando llegaron a 20.000 dólares por tonelada.