Frente a este panorama, especialistas del INTA Chaco-Formosa evaluaron la combinación del pastoreo rotativo con verdeos de invierno, como vicia y avena. La investigadora Verónica Sauer, del INTA Las Breñas, explicó los alcances del estudio y destacó que «combinar la siembra de maíz con pasturas o cultivos de servicio tiene amplios beneficios para la calidad del suelo«.
Los beneficios del pastoreo rotativo en invernada
El estudio implementó un sistema de cultivos de servicio con pastoreo rotativo intensivo y, en plazos breves, la vuelta a la agricultura consociada. Según Sauer, este modelo de manejo se presenta como una alternativa eficaz para mitigar los efectos degradativos de las prácticas agropecuarias.
Además, el planteo mixto logró excelentes resultados en los índices productivos, con una ganancia diaria de peso vivo en animales durante agosto y septiembre, meses de menor disponibilidad de recursos forrajeros.
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Los resultados mostraron que el sistema mejora significativamente los suelos altamente degradados. La instalación de verdeos de invierno consociados, seguidos por verdeos de verano -como sorgo forrajero y vicia nativa-, y la siembra de maíz con brachiarias, permitieron incrementar la eficiencia de pastoreo y la disponibilidad forrajera.
«Al inicio del pastoreo, la eficiencia superó el 70% gracias a la mejor calidad del forraje, con alto contenido de proteínas y menor proporción de fibras», detalló Sauer. Sin embargo, hacia el final del ensayo, esta eficiencia cayó por debajo del 60% debido a la encañazón de la avena.
La biomasa aérea lograda al cierre del ciclo fue de 4000 kg ha-1 de materia seca (MS), mientras que la disponibilidad forrajera ajustada alcanzó los 2500 kg ha-1 de MS. «La oferta forrajera inicial fue de 500 kg de MS por hectárea, con la avena en estado fenológico de bota y la vicia en etapa vegetativa», agregó la investigadora.
Monitoreo constante para ajustar la carga animal
Durante la investigación, se realizaron controles quincenales para ajustar la carga animal a la oferta forrajera y definir el tamaño de las parcelas. «Se hacían muestreos postpastoreo del remanente para determinar la eficiencia del pastoreo y ajustar el consumo real de los animales», explicó Sauer.
Este estudio del INTA Chaco-Formosa confirma que la integración de cultivos de servicio con pastoreo rotativo es una estrategia eficaz para mejorar la calidad del suelo y optimizar la producción ganadera en un contexto desafiante.