Trigo en Argentina: cómo influyen en la siembra la humedad y la planificación
El dato no sorprende a los técnicos de campo: si bien los márgenes son ajustados, las condiciones edáficas y climáticas, sumadas a una mirada productiva de mediano plazo, empujan la decisión de apostar al cultivo.
La clave de este resurgimiento está en el agua. Luego de campañas marcadas por la incertidumbre hídrica, los suelos de la región núcleo presentan entre un 70% y 80% de agua útil. Este respaldo, aunque no garantiza el éxito, permite encarar la campaña con cierta confianza, incluso si las lluvias invernales fueran escasas. A eso se le suman pronósticos alentadores para la primavera, justo en el momento crítico del cultivo.
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Pero el envión triguero no se explica sólo por la humedad. La rotación agrícola y la planificación estratégica también juegan un rol clave. “El trigo vuelve a posicionarse como una pieza fundamental”, advierten desde el informe.
El cereal no solo permite aprovechar la humedad disponible y generar un ingreso a mitad del ciclo agrícola, sino que además cumple un rol agronómico esencial al sostener esquemas de rotación y preparar el terreno para una soja de segunda.
Ahora bien, la apuesta no es liviana. “Para que el Excel del trigo cierre, hay que meterle tecnología”, resumen los ingenieros agrónomos. Las decisiones de manejo son determinantes: desde la elección de variedades hasta la fertilización.
En este aspecto, el informe destaca una ventaja coyuntural: los precios de los fertilizantes, particularmente la urea, se ubican en niveles aceptables. Con una relación insumo/producto de 2,6, por debajo de la media histórica, los productores encuentran incentivos para no recortar aplicaciones y apuntar a rindes más altos.
Siembra de trigo con tecnología: ¿qué estrategia rinde más en Argentina?
El GEA detalla dos escenarios productivos que ilustran el delicado equilibrio económico del trigo.
Planteo de alta tecnología:
- Insumos: 300 kg de urea pre-siembra + 100 kg de MAP
- Rinde objetivo: 55 qq/ha
- Margen en campo propio: 171 u$s/ha
- Margen en campo alquilado: 40 u$s/ha
- Rinde de indiferencia: 42 qq/ha (propio), 52 qq/ha (alquilado)
Planteo de baja tecnología:
- Insumos: 200 kg de urea al voleo + 50 kg de MAP
- Rinde objetivo: 35 qq/ha
- Margen en campo propio: 80 u$s/ha
- Margen en campo alquilado: -68 u$s/ha
- Rinde de indiferencia: 29 qq/ha (propio), 38 qq/ha (alquilado)
Tecnología y siembra de trigo: claves para mejorar resultados en la región núcleo
Los márgenes dejan en claro una realidad: el trigo, por sí solo, difícilmente brinde resultados sólidos en campos alquilados, y solo con alta tecnología muestra un escenario atractivo en campos propios. Sin embargo, el cultivo cobra sentido dentro de un sistema agrícola más amplio, como el clásico esquema trigo/soja de segunda.
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En ese enfoque sistémico, los números cambian notablemente. Aun con baja tecnología, el margen total del sistema se eleva a 384 u$s/ha en campo propio y 33 u$s/ha en campo alquilado. En el caso de alta tecnología, el beneficio trepa hasta 475 u$s/ha y 142 u$s/ha, respectivamente.
Como explican desde Carlos Pellegrini: “el trigo no siempre cierra por sí solo, pero funciona como parte de un sistema”. Allí, esperan un incremento del 15% en la siembra.
En contraste, desde Junín el panorama es más cauteloso: “en campo alquilado, los márgenes están en terreno negativo para el esquema trigo/soja, y la soja de primera también aparece muy ajustada. Solo el maíz temprano, con rindes excelentes, podría ofrecer alguna rentabilidad positiva”.