Mejoramiento genético en tambos: una apuesta al futuro
El Director Nacional de Lechería, Sebastián Alconada, sostuvo que presentó la propuesta para que las cabañas estudien cómo ofrecer a los establecimientos comerciales “todo tipo de material que permita elevar la calidad genética”. Y que, al mismo tiempo, los cabañeros “puedan hacer inversiones para seguir creciendo en los mejores estándares productivos y reproductivos”.
El funcionario fue recibido en las instalaciones de la Sociedad Rural por el presidente Leonardo Alassia y Pedro Rostagno, como integrante de la Comisión Directiva. También participaron el secretario de Agricultura y Ganadería de Santa Fe, Ignacio Mántaras, y el Director Provincial de Lechería, Carlos de Lorenzi. Por los cabañeros, estuvieron Guillermo Miretti de La Luisa y Juan José Felissia de La Magdalena, entre otros.
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Alassia valoró que “con esta iniciativa los productores podremos tener un mejor acceso al mejoramiento genético de nuestros rodeos, con plazos de hasta cinco años para el pago de los créditos, pero con la ventaja de cobros inmediatos para los cabañeros”.
Holando Argentino: clave en la mejora de la producción lechera
En diálogo con AIRE, Miretti consideró que el avance más rápido sería utilizando embriones. Al contrario de lo que ocurre con el semen sexado, que aporta el linaje del padre, “con embriones pasas a tener madre y padre, pegas un salto genético muy importante”.
Al respecto, mencionó que en Argentina hay muchas terneras genómicas que cuentan con alto TPI (Índice de Performance Total) y podrían aportar mayor productividad rápidamente. “Sería un salto genético muy importante que nivelaría la lechería una barbaridad”.
Por ejemplo, con hijos de animales de alto mérito genético, dijo que se lograrían ejemplares de 40 litros diarios y altos índices de sólidos, además de seleccionar por salud mamaria, ubres con ligamentos profundos, tamaño de pezones, entre otras posibilidades que ofrece la genómica.
Embriones y tecnología: el salto genético en la producción lechera
Sin embargo, el titular de La Luisa consideró que no se trata solo de vender embriones, sino de “hacer docencia” para que sean aprovechados. Sobre todo, explicar cómo hay que cuidar a la vaca receptora para que los resultados sean buenos. “Tener un cuidado con la sombra, con el momento de colocarlos”, señaló.
Porque la preñez con embriones ronda el 50/60%, pero luego una tasa exitosa de parición puede ser de 40/50%. Luego, requiere el posterior cuidado de la ternera para que la genética se exprese.
Según Miretti, la relación entre las partes debiera establecerse mediante “un programa bien hecho”, por el cual el cabañero aporta el embrión y asesoramiento, mientras el tambo comercial se compromete a colocar una determinada cantidad de embriones al año. “Yo creo que hay que empezarlo despacito para tener buenos resultados; no hay que apurarse, hay que hacer las cosas bien”, consideró.
Según se dijo en Rafaela, esta semana continuarán los contactos en modo virtual para avanzar en la definición del programa. Miretti anticipó que se intentará hacer el lanzamiento formal desde Esperanza, durante la próxima edición de la Vidriera Genética que organiza la Sociedad Rural de Las Colonias.