Una técnica de riego nocturno logró preservar la cosecha de arándanos pese al intenso frío. En cambio, cultivos como frutilla, limón y hortalizas sufrieron daños que podrían impactar en la oferta y los precios.
La aspersión sobre cultivos de arándanos evitó pérdidas importantes durante la helada más intensa de los últimos años en Bella Vista, provincia de Corrientes. En medio de una ola polar que afecta gran parte del país, la madrugada de este miércoles registró temperaturas de hasta -4 °C en la zona, amenazando producciones clave de la región entre las que se encuentran también cítricos y frutillas.
Fue el tercer día consecutivo de heladas en la región, aunque esta jornada resultó la más severa. Así lo describió el ingeniero agrónomo Guillermo Vaccaro, asesor y productor en la zona:
“La verdad que fue una helada muy, muy fuerte, me animo a decirte, una de las heladas más grandes de los últimos 10 años”, afirmó en diálogo con AIRE Agro.
Qué es el “escudo de hielo” y cómo protege los cultivos del frío
Frente al riesgo de daño, los productores de arándanos pusieron en marcha una técnica conocida que requiere alta precisión y trabajo continuo: el riego por aspersión durante la noche para formar una capa de hielo alrededor de la fruta y protegerla del frío extremo. Una especie de «escudo de hielo» que, paradójicamente, evita que las bajas temperaturas dañen los frutos.
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“Durante toda la noche se sale a monitorear el cultivo de arándano, a medir la temperatura que tiene la fruta en cada momento. Cuando está en un grado, ahí se prenden todos los sistemas de riego por aspersión, para generar como una lluvia artificial”, explicó Vaccaro.
“La fruta queda recubierta con el agua del riego, se congela, y eso impide que descienda más la temperatura que rodea a toda esa fruta. Es como un escudo de protección contra el frío intenso”, detalló el especialista. Gracias a este mecanismo, el arándano “se preserva del frío intenso y se salva, no es quemado”.
El monitoreo es constante y clave. Los equipos técnicos trabajan durante toda la noche, controlando la evolución térmica minuto a minuto. La duración del evento también es determinante. “No es lo mismo una hora de helada que seis o siete. Esa duración es la que ocasiona el daño”, advirtió Vaccaro.
Frutilla, limón y tomate, entre los cultivos más afectados por el frío
Bella Vista, junto con Santa Lucía y Lavalle, forma parte de un corredor frutihortícola intensivo en la costa correntina del Paraná. Allí se cultivan tomate, morrón, frutilla, arándanos, limón, naranja y mandarina. Con unas 300 hectáreas dedicadas al arándano, la región es considerada la segunda o tercera zona productiva del país, junto a Concordia (Entre Ríos) y Tucumán.
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Mientras el arándano logró superar la helada gracias a la tecnología aplicada, otras producciones no corrieron la misma suerte. “En otros cultivos de la zona, seguramente sí se perdió bastante producción o se va a perder”, anticipó el ingeniero.
Entre los más afectados se encuentran la frutilla y el limón. “Se perdió fruta, se perdió flor. Eso sí ya se está evaluando, pero con contundencia se va a ver dentro de 7 a 10 días”, dijo Vaccaro. También se prevén consecuencias en cultivos bajo invernáculo, como el tomate y el morrón. “La planta, con estos fríos intensos, se paraliza, por más que no se muera”, explicó.
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Qué impacto tendrán las heladas en los precios de frutas y hortalizas
Las consecuencias no solo se verán en el campo. El efecto de la helada alcanzará también a los consumidores. Se espera que productos como el morrón y el tomate registren alzas de precios en los próximos días.
“Yo calculo que se va a notar ya en las verdulerías. Van a empezar a ver en los medios nacionales los precios que van a alcanzar estos productos”, alertó Vaccaro.
En cuanto a cultivos de ciclo más largo, como el limón y la naranja, el impacto se reflejará hacia fin de año y el verano. “Va a faltar limón, porque Tucumán y esta zona de Corrientes son las dos más importantes productoras. Significa que va a haber poca producción de limón para el verano”, adelantó.