Argentina vs. Brasil: dos modelos opuestos en política hacia el campo
El evento comenzó con las palabras de Federico Zerboni, presidente de Maizar, quien trazó un fuerte contraste entre el presente del sector agropecuario brasileño y la situación actual de Argentina. “Perdimos una gran oportunidad, es evidente cuando miramos el caso de Brasil”, afirmó. Recordó que en los años 90 ambos países compartían una situación de hiperinflación, pero que Brasil emprendió una transformación estructural: “Pasaron de producir 55 millones de toneladas a más de 320 millones hoy, y ambicionan alcanzar las 500 millones”.
En comparación, señaló que Argentina “lleva una década estancada” en torno a las 130 millones de toneladas, y advirtió que la diferencia en ganadería bovina es aún más pronunciada. Mientras Brasil expandió su stock de 70 a 240 millones de cabezas, Argentina retrocedió de 60 a 50 millones. “Brasil pasó de importar alimentos a ser el principal exportador mundial, liderando en casi todos los rubros que nosotros también producimos”, remarcó.
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Zerboni también valoró el enfoque del actual gobierno nacional en términos de estabilización económica, aunque subrayó la necesidad de avanzar con reformas pendientes: “Debemos seguir con los cambios que quedan, como la reforma impositiva y laboral, y la eliminación de las retenciones como cuestión prioritaria”.
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Al tomar la palabra, el secretario Iraeta coincidió con el diagnóstico presentado. “Comparto plenamente todo lo que dijeron, es lo que yo pienso. Por eso estoy acá y por eso me involucré en la función pública”, expresó al iniciar su intervención.
En relación al crecimiento de Brasil y Uruguay, Iraeta apuntó a las diferencias de enfoque macroeconómico y de políticas sectoriales: “No castigaron al campo durante 25 años, aunque el castigo al campo es ancestral en Argentina. No solo no maltrataron al campo, sino que también se dieron cuenta de que no podían maltratar las variables macroeconómicas, régimen cambiario, déficit fiscal y emisión monetaria”.
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Según el funcionario del gobierno nacional, ese ordenamiento fue clave para que esos países lograran multiplicar por cinco sus capacidades productivas en un cuarto de siglo. “Algo que nosotros no pudimos”, admitió.
Iraeta aseguró que la gestión actual está dando un giro de fondo: “Es la primera vez que estamos cambiando la terapia, el tratamiento. Estamos ordenando las cuentas públicas. Va a llegar el momento en que no haya que pedir y pedir”. Destacó una reducción del gasto público del 30% y sostuvo que tanto provincias como municipios “están haciendo un esfuerzo”.
“Nos pasamos la vida gastando más de lo que teníamos. Esta es la primera vez que cambiamos la terapia y el tratamiento. Se están empezando a ver los resultados”, afirmó. Y concluyó con una metáfora elocuente: “Estuvimos en manos de curanderos, ahora estamos en manos de profesionales, se los aseguro”.
El Congreso Maizar 2025 se desarrolla este miércoles en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con disertaciones de técnicos, empresarios y funcionarios nacionales e internacionales, con eje en el maíz, sus cadenas de valor y el rol estratégico del agro argentino en la economía global.