Marcela Fabrissín, representante de la Federación Agraria Argentina en Santa Fe, habló sobre los problemas que enfrentan los pequeños y medianos productores. Puntualmente, el estado de los caminos rurales y el impacto de las retenciones.
En una entrevista exclusiva con AIRE Agro, Marcela Fabrissín, representante de la Federación Agraria Argentina en Santa Fe, analizó la actualidad de los pequeños y medianos productores, quienes atraviesan dificultades –puntualmente– en dos frentes: el mal estado de los caminos rurales de la provincia, y la vuelta de las retenciones, prevista para este martes.
Fabrissín hizo referencia a «las famosas injusticias» que persisten en el sector, a pesar de que los avances en tecnología y métodos de siembra han facilitado las labores del campo.
«En cada estamento, comunal, municipal, provincial o nacional, vamos a encontrar que al productor no se le da el valor que tiene. Siempre hay una disputa», afirmó.
El mal estado de los caminos rurales y su impacto en los productores
Uno de los temas que alarma al sector, contó Fabrissín, es el mal estado de los caminos rurales, una de las grandes demandas históricas del sector. «El camino rural es el camino primario por donde sale la materia prima», remarcó.

En esa línea, afirmó que a pesar de que los productores deben pagar la tasa rural para el mantenimiento de estos caminos, “Santa Fe tiene 365 localidades y muy pocos son los caminos que están transitables. Si te digo un 10% es mucho”.
La representante de la Federación Agraria remarcó que durante los cuatro años de sequía en la provincia se perdieron una valiosa oportunidad para mejorar los caminos, ya que, al haber menos tránsito, las condiciones eran óptimas para realizar las obras necesarias. «No se hicieron, pero a la tasa rural la cobraron religiosamente», criticó.
LEER MÁS ► Productores del norte en alerta por inminente suba de retenciones
En los días de lluvia –continuó– «nadie entra a cosechar ni a sembrar porque no tenés piso», lo que afecta gravemente la producción. Además, subrayó que los caminos intransitables también afectan la vida cotidiana de los vecinos: «No solamente traba la producción, también repercute en el tránsito de la gente, la salida de las escuelas o que una ambulancia entre en el pueblo».
Para Fabrissín, hay presidentes comunales e intendentes que no suelen ser conscientes de la situación o no toman medidas en momentos adecuados: «Quieren hacer la obra 15 días antes de empezar la cosecha, parece a propósito», lamentó.
La vuelta de las retenciones, la amenaza inminente
El próximo lunes 30 de junio expira el plazo de vigencia de la baja en las retenciones y volverán a los valores de enero. Así las cosas, las retenciones a la soja aumentarán del 26% al 33%; las del aceite y harina de soja, del 24,5% al 31%; las del maíz y sorgo, del 9,5% al 12%; y las del girasol, del 5,5% al 7%. Solo el trigo y la cebada mantendrán el beneficio hasta el 31 de marzo de 2026.
Fabrissín afirmó que volver a esos valores, para pequeños y medianos productores implica un impacto «directo y negativo».
LEER MÁS ► Apreciación del peso y suba de retenciones: riesgos y márgenes para los productores de soja

«El margen de ganancia es cada vez más chico. Afecta directamente al bolsillo del productor», aseguró.
Fabrissín sostuvo que «las retenciones nunca las van a eliminar» del todo. Sin embargo, pidió alternativas para aliviar la presión tributaria sobre los productores, como la implementación de créditos blandos y accesibles, una de las luchas históricas de la Federación Agraria.
“Tendrían que bajar un poco la famosa presión tributaria que tenemos”, apuntó e indicó que los productores necesitan facilidades para mejorar su maquinaria y condiciones de trabajo.