La siembra de girasol en el centro-norte de Santa Fe alcanzaría las 145.000 hectáreas, la cifra más alta de la última década. El impulso se debe a los buenos rindes de la campaña anterior y a la mejora en la humedad del suelo.
La buena performance productiva que tuvo el girasol durante la última campaña, sumado a la humedad disponible en el suelo, proyectan la intención de siembra más alta para el centro norte santafesino de la última década.
145.000 hectáreas proyectadas: ¿dónde se concentra el crecimiento?
El reporte semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA), que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe, indicó que ya se inició la siembra de la oleaginosa en algunos distritos del norte con una proyección regional (en los 12 departamentos bajo monitoreo) de 145.000 hectáreas, 8.000 más que en 2024, por lo que el incremento sería cercano al 6%, respecto de las 138.000 que se estimaron al inicio del ciclo previo.
Según explicó a AIRE Agro el director técnico del SEA, Rubén Walter, “el envión viene por los muy buenos rindes que tuvo el año pasado” en casi todas las regiones, pero sobre todo en áreas nuevas de los departamentos del centro (Castellanos, Las Colonias, San Martín y San Jerónimo) donde se decidió probar el cultivo en lotes de menor aptitud.
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“En suelos de clase IV o V se ingresó con el girasol y tuvo buenos resultados, con buenos precios y rindes; eso hizo que ahora se mantenga el envión y se siga sembrando en esta nueva campaña”, indicó.
El crecimiento esperado, “va a estar dado en la región centro”, dijo, y precisó que “sería en zonas de San Justo y San Cristóbal, el norte de Castellanos como Aldao y parte de Sunchales, o más al sur en la zona de San Vicente”. En el norte, en cambio, se mantendría el área o a lo sumo tendría un leve incremento, no mayor al 1%.
Cómo impacta el clima en la siembra de girasol 2025
El aporte de humedad de las lluvias invernales también apuntalan la proyección, aunque aún quedan zonas donde no se revirtió la sequía. “De Villa Minetti hacia el sur, y algo del norte y oeste de San Cristóbal, todavía no se alcanzan a recuperar”, dijo el edafólogo. Allí, la siembra dependerá de las próximas precipitaciones.
Desde Villa Minetti, el asesor Amilcar Martel relató a AIRE Agro que las últimas lluvias, de unos 20mm, si bien aportaron algo de humedad en superficie resultaron insuficientes. “No alcanzan para sembrar porque no tenemos perfil; sí van a disparar el inicio de aplicaciones para barbechos, porque van a resurgir algunas malezas”.

Por el momento, en la zona no hay actividad de siembra. Pero podría iniciarse si hay precipitaciones durante el mes entrante. “Hay mucha intención de girasol si se produce alguna lluvia más en agosto o septiembre”, dijo Martel.
Factores económicos: rentabilidad ajustada, pero con perspectivas
En el Este, desde General Obligado el ingeniero agrónomo y asesor técnico de la Unión Agrícola de Avellaneda Federico Dyke advirtió a AIRE Agro que las labores están demoradas por falta de piso, aunque se espera una buena cobertura pese a que los números no son tan auspiciosos.
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“Hubo lluvias bastante dispares en la región, pero suficientes para retrasar tareas en los lotes”, dijo, y aclaró que algunos esperarían a que pasen las precipitaciones proyectadas para el fin de semana para prevenir el planchado. En el departamento suelen sembrarse entre 80.000 y 90.000 hectáreas “y la perspectiva este año es de superar esa cifra”, dijo.
En cuanto a la rentabilidad esperada, mencionó que los márgenes brutos “están muy complicados para nuestra zona”, tanto para girasol como para trigo y maíz. “Los rendimientos de indiferencia están levemente arriba de los promedios históricos, entonces es complicado el tema de los números”.