Argentina continúa destacándose en el panorama mundial de la lechería. Este martes, en el marco de la Cumbre Mundial de la Federación Internacional de Lechería (FIL), se llevó a cabo una importante reunión en Santiago de Chile entre la delegación nacional y los máximos representantes de FIL, entre ellos el presidente Gilles Froment y la directora general Laurence Ricken.
Por parte de Argentina, estuvo la presidente del Comité Nacional y periodista de AIRE Agro, Elida Thiery; y el secretario General, Germán Quiroga, junto al director Nacional de Lechería, Sebastián Alconada; el secretario de
Agricultura, Ganadería y Pesca de Entre Ríos, Raúl Boc Ho; los directores de Lechería de las provincias de Entre Ríos y Santa Fe, Horacio Jareguiberry y Carlos De Lorenzi, repectivamente, mientras que por parte de la industria completaron la delegación el presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas, Pablo Villano; Flavio Mastellone de Mastellone Hnos.; y Lucas Delpino, de Nestlé Argentina.
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Este encuentro marcó una nueva etapa para el país, que este año volvió a ser parte activa de la organización, que agrupa a las principales naciones productoras de leche.
Argentina, un miembro activo de FIL
El presidente de FIL, Gilles Froment, destacó la relevancia del retorno de Argentina a la Federación Internacional de Lechería, subrayando su rol clave en el desarrollo y reorganización del Comité Nacional Argentina.
El regreso de Argentina no solo refuerza su posición en la industria, sino que también da inicio a una serie de comités técnicos que serán fundamentales para su crecimiento. Entre estos, ya se encuentran en funcionamiento el Comité de Bienestar Animal y el Comité de Ciencia y Tecnología de los Lácteos, mientras que se proyectan otros comités enfocados en Marketing, Estadísticas de Laboratorio y Aseguramiento de Calidad, entre otros.
Compromiso a largo plazo y objetivos a 2030
Los funcionarios de FIL destacaron que la participación de Argentina en la organización será ahora totalmente gestionada por el sector privado, abriendo un espacio donde productores, industrias y universidades trabajarán de la mano con los gobiernos nacional y provinciales.
El objetivo es claro: mejorar la calidad científica y técnica a lo largo de toda la cadena de producción láctea, con una mirada fija en el horizonte de 2030.
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Froment hizo hincapié en la importancia de que Argentina mantenga una presencia constante en FIL para maximizar los beneficios derivados de la colaboración internacional y la recopilación de datos globales. Esto será esencial para consolidar al país como un líder mundial en la producción de productos lácteos.
Un futuro prometedor para la lechería argentina
El secretario general del Comité Nacional Argentina, Germán Quiroga, destacó la importancia del retorno a FIL, resaltando que el país se encuentra en la etapa de miembro asociado, una condición que le permitirá continuar fortaleciendo sus relaciones internacionales y alcanzar nuevas oportunidades de crecimiento en la industria láctea global.
“Argentina reafirma su lugar en el mapa mundial de la lechería. La demanda de proteínas lácteas sigue creciendo, y tenemos el potencial para aprovecharla al máximo”, comentó Quiroga, invitando a todos los actores de la cadena láctea a unirse al esfuerzo por el futuro de la lechería nacional.