La pérdida de valor del cuero y otros subproductos golpea la rentabilidad de la industria frigorífica. Los altos costos solo se compensan con más faena y precios firmes de la carne vacuna.
Entre enero y julio la faena vacuna fue similar a la del año pasado. Sin embargo, los precios de la carne aumentaron más que los salarios y la inflación, lo que compensa las subas de costos en los frigoríficos, cuyos ingresos por la venta de subproductos son hoy muy bajos.
Cómo impacta la pérdida de valor del cuero en la industria cárnica
Los buenos precios internacionales y el incremento del valor de la carne en el mercado interno están sosteniendo a una industria frigorífica que enfrenta costos crecientes e ingresos marginales por subproductos, al punto de obligar a cobrar por el servicio de faena.
Años atrás, lo que ingresaba a las plantas por la venta de cueros, sebos y huesos era suficiente para cubrir costos fijos y, en muchos casos, hasta alcanzaba para pagar un recupero a los usuarios y evitar que se fueran a otros mataderos.
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Eso ya no ocurre. A nivel mundial el cuero cayó en desuso: la industria automotriz, su principal demandante, lo reemplazó por otros materiales, reduciendo su valor a apenas unos $150 por kilo.
Esto genera desde hace años problemas crecientes, ya que obliga a salar y almacenar el cuero hasta su retiro, lo que eleva costos.
Altos costos, paritarias y el rol del sinceramiento tarifario
A ello se suma el sinceramiento tarifario en los servicios y el hecho de que los frigoríficos, intensivos en mano de obra, tienen poco margen para negociar paritarias.
Lo que los salva este año es la alta faena, que mejora la productividad, y una demanda que paga buenos precios, tanto en el mercado interno como en el externo.
En términos interanuales, la hacienda y la carne subieron entre 55 % y 58 %, muy por encima de la inflación promedio y de los aumentos salariales.
La demanda interna sostiene el consumo de carne vacuna en Argentina
La faena se mantiene elevada, en niveles similares a 2024, lo que permite que, pese al crecimiento de las exportaciones, el consumo interno absorba más de 50 kilos por habitante este año. Y aun así, los precios de la carne mejoraron sensiblemente, lo que confirma la preferencia de los argentinos por este alimento.
A la fuerte demanda interna se suma la firmeza en varios de los principales mercados de exportación. Europa produce cada vez menos carne y, además, dos de sus mayores abastecedores —Argentina y Uruguay— tienen bajos stocks de novillos. Por eso, los valores de los cortes Hilton son los más altos de la historia.

La tonelada Hilton se negocia entre 18.200 y 18.800 dólares, con tendencia alcista según la Asociación de Productores Exportadores. En tanto, el novillo se paga entre $5.900 y $6.000 por kilo en gancho, lo que implica un incremento cercano al 20 % en apenas dos meses.
A China le salió un competidor fuerte en el mercado mundial de carne vacuna
Además de la demanda europea, crece el interés de otros importadores, en especial Estados Unidos, que compite directamente con China. En los próximos meses, el gigante asiático acelerará sus compras para abastecer la demanda de cara al Año Nuevo Lunar.
De acuerdo con datos de Australian Meat and Livestock, entre enero e inicios de agosto Estados Unidos importó 1 millón de toneladas de carne, un 17 % más que en el mismo período de 2024. Según proyecciones del Departamento de Agricultura estadounidense, este año las importaciones llegarían a 2,2 millones de toneladas, lo que representa el 20 % del mercado mundial.
En el caso de China, la consultora del Rosgan, María Julia Aiassa, informó que “los datos publicados por la Administración General de Aduanas de China (GASC) confirman que durante julio ingresaron 250.290 toneladas de carne vacuna, valuadas en 1.323 millones de dólares, lo que implica un aumento del 16,2 % en volumen y del 29,6 % en valor frente al mismo mes de 2024. Se trata del volumen de ingresos más alto en lo que va del año y un 15,5 % superior al del mes previo”.
En tanto, “en el acumulado hasta julio, las importaciones de carne bovina suman cerca de 1,55 millones de toneladas por 7.973 millones de dólares, con una caída del 6,1 % en volumen y un alza del 1 % en valor, producto de una mejora del 3,6 % en los precios pagados por tonelada importada”.
China busca presionar los precios a la baja, pero no lo logra por la competencia de Estados Unidos, que para países como Uruguay se transformó en el principal destino, pagando por carne para industria más de 6.000 dólares la tonelada, por encima de los 5.200/5.500 dólares que ofrece China.
Y todavía faltan los meses de mayor demanda asiática, en los que los importadores se abastecen para cubrir el aumento del consumo durante los festejos del Año Nuevo Lunar.