El Cuarto Congreso Internacional de Maíz, que se lleva a cabo en Rosario, reúne a destacados expertos como Tony Vyn y Lucas Borras, quienes compartieron sus perspectivas sobre el futuro del cultivo.
El Salón Metropolitano de Rosario es el escenario del Cuarto Congreso Internacional de Maíz, un evento que por primera vez se realiza en la provincia de Santa Fe y que congrega a toda la cadena productiva para dos días de intenso intercambio de conocimiento y experiencias.
En el marco del primer panel «La próxima revolución«, dos destacados expertos, el Dr. Tony John Vyn de la Universidad de Purdue (EE. UU.) y el Dr. Lucas Borras de Corteva Agriscience, ofrecieron perspectivas cruciales sobre el futuro del cultivo, desde el potencial del maíz enano hasta el impacto de la genética moderna en la sustentabilidad y eficiencia.
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Maíz Enano: resiliencia y eficiencia en el punto de mira
El profesor Tony John Vyn abordó el tema del maíz enano, destacando sus prometedoras ventajas y los desafíos en su implementación.
Entre las ventajas clave mencionadas sobre el maíz enano, se destacaron:
- Menor riesgo de vuelco: el maíz enano ha demostrado una significativa reducción del vuelco tanto en etapas vegetativas como reproductivas. Este beneficio es crucial, especialmente ante la creciente frecuencia de tormentas de viento intensas, como el evento «derecho» de Iowa en 2020.
- Acceso para aplicaciones tardías: la menor altura del cultivo facilita el acceso para la aplicación de nitrógeno y, especialmente, fungicidas en etapas reproductivas.
Vyn explicó que existen diversas tecnologías para generar maíz enano, desde mutaciones naturales (gen nativo) hasta edición génica. Es fundamental entender la tecnología utilizada al comparar rendimientos.
Resultados de rendimiento y manejo que se destacaron:
- Rendimiento similar: datos de Corteva y Bayer, de ensayos en múltiples sitios y años, muestran que el maíz enano tiene un rendimiento similar al maíz alto cuando se compara con híbridos isogénicos.
- Densidad óptima: los datos de Bayer indican que el maíz enano podría tener una densidad óptima entre 7.000 y 15.000 plantas por hectárea más alta que el maíz alto. Sin embargo, el Dr. Vyn destacó que su propio trabajo no encontró una interacción que permitiera al maíz enano rendir más que el alto a altas densidades, enfatizando que la densidad óptima depende del ambiente y el genotipo.
- Espaciamiento entre surcos: Vyn sugirió un potencial beneficio al reducir el espaciamiento entre surcos a 52 cm, una práctica común en Argentina, en comparación con los 76 cm predominantes en Estados Unidos.
- Eficiencia de nitrógeno y raíces: el maíz enano mostró una mayor captura de nitrógeno durante la floración y en madurez, tanto en la espiga como en el tallo. Además, se observó una mayor biomasa de raíces y raíces más gruesas, lo que podría contribuir a una mejor eficiencia en la captura de nitrógeno del suelo.

El orador internacional concluyó que el potencial de mayores rendimientos con el maíz enano es posible, pero no está asegurado, y depende de la tecnología genética y el manejo implementado. No obstante, su potencial en Argentina, debido al uso de surcos a 52 cm, y las mejoras en eficiencia de nitrógeno y desarrollo radicular, abren un camino prometedor.
La Genética Moderna: Un Motor de Eficiencia y Sostenibilidad
Por su parte, el Dr. Lucas Borras presentó «nuevos aprendizajes» derivados de un extenso estudio de Corteva que analiza el desempeño de genotipos de maíz liberados al mercado desde 1926 hasta la actualidad.
Tras realizar un repaso histórico, Borras destacó cómo la genética ha contribuido a la eficiencia en el uso del agua, la sustentabilidad del suelo y la reducción de las emisiones de carbono.
Entre las principales cuestiones, se refirió a la eficiencia en el uso del agua: un estudio reveló un aumento constante de la eficiencia de 0,3 kg de grano por hectárea por milímetro de agua disponible por año. Los genotipos modernos demuestran una mayor eficiencia, especialmente en condiciones de escasez hídrica, produciendo más por unidad de agua disponible cuando el recurso es limitante.

Un hallazgo crucial es que los híbridos modernos responden de manera diferente y superior a la intensificación del manejo en comparación con los híbridos antiguos. Un genotipo de 1960, incluso con el manejo avanzado de 2020, rinde lo mismo que con el manejo de 1960. Sin embargo, un genotipo de 2020 con el manejo de 2020 rinde más de 2 toneladas por hectárea que si se usara con el manejo de 1960. La respuesta al manejo depende directamente de la genética utilizada.
El Impacto Inesperado del Clima:
Contrario a la narrativa negativa sobre el cambio climático, los estudios demuestran que el mismo genotipo rinde más hoy que hace 30 años. La tasa de ganancia genética se ha incrementado con el tiempo, especialmente en densidades altas, debido a que los genotipos más modernos se adaptan mejor y responden más a la tecnología y mejoras en las prácticas de ensayo.