Un proyecto global pionero desafía los paradigmas tradicionales de la agricultura al explorar cómo algunas malezas, lejos de ser una amenaza, pueden convivir con los cultivos e incluso mejorar la productividad, promoviendo un sistema agrícola más sostenible y biodiverso.
En un contexto donde la agricultura enfrenta el desafío de producir más con menos impacto ambiental, un innovador proyecto global propone que las malezas pueden convivir con los cultivos y, en algunos casos, incluso mejorar los rendimientos.
El proyecto Neutraweed: malezas como aliadas del agroecosistema
El proyecto Neutraweed, una iniciativa internacional coordinada por el investigador italiano Marco Esposito, está dando que hablar en el ámbito agroecológico. Con la participación de Aapresid y la Universidad de Buenos Aires (UBA), las dos únicas representantes de Latinoamérica, el consorcio busca demostrar que las malezas no siempre deben ser vistas como un enemigo a erradicar.
En lugar de destruirlas, Neutraweed propone investigar cómo ciertas comunidades de malezas pueden coexistir con los cultivos sin afectar su productividad. Esta investigación busca reconfigurar las prácticas tradicionales de manejo de malezas, que históricamente se han centrado en su eliminación total.

Malezas neutrales: ¿el fin de los herbicidas?
A través de estudios previos realizados en Europa, Neutraweed ha identificado que algunas malezas, que no compiten agresivamente con los cultivos, pueden tener beneficios adicionales. Por ejemplo, algunas especies pueden mejorar la estructura del suelo, atraer polinizadores y hasta contribuir a la biodiversidad. A estas comunidades se les denomina malezas neutrales, y su existencia podría reducir la dependencia de herbicidas y prácticas agrícolas invasivas.
Un artículo reciente publicado en Weed Science (Esposito et al., 2024) revela que las malezas cuya abundancia no afecta significativamente el rendimiento de los cultivos podrían ser vistas como aliados. Estas especies no solo no reducen la productividad, sino que además podrían contribuir a los servicios ecosistémicos del agroecosistema.
Evidencia científica: ¿las malezas pueden ser un beneficio?
Los resultados de investigaciones realizadas en diferentes países refuerzan la idea de que no todas las malezas tienen efectos negativos. Por ejemplo, en Francia, un ensayo realizado en cereales de invierno mostró que comunidades de malezas con altas densidades de biomasa no redujeron el rendimiento de los cultivos. En otros países como Suecia e Italia, el capiquí (Stellaria media) ha sido catalogado como una especie neutral, incluso beneficiosa en términos de biodiversidad.
En Argentina, Aapresid se encuentra validando estos conceptos en el contexto local, con el fin de determinar si las comunidades neutrales pueden tener efectos similares en los cultivos de nuestro país, donde el manejo de malezas es un desafío creciente debido a la resistencia a herbicidas.
Neutraweed en Argentina: un paso hacia la sostenibilidad
El proyecto se encuentra en etapa de validación en Argentina a través de la Red de Manejo de Plagas (REM) y el programa Sistema Chacras de Aapresid. Según Lina Bosaz, agrónoma de Aapresid, la adaptación de estos conceptos a las realidades locales es crucial, ya que las condiciones ambientales y el manejo agronómico varían significativamente entre Argentina y Europa.
“En Argentina, la siembra directa predomina en el 90% de la superficie agrícola, lo que abre la puerta a un manejo más preciso y sostenible de las malezas. Sin embargo, todavía estamos lejos de extrapolar completamente los resultados observados en Europa”, indicó Bosaz.
Tecnología y manejo de malezas: el futuro de la agricultura sostenible
Una de las apuestas más fuertes del proyecto es la incorporación de tecnología avanzada. Con el uso de inteligencia artificial, robótica y biotecnología, Neutraweed propone realizar un manejo específico por especie. Esta tecnología podría permitir la eliminación selectiva de las malezas más agresivas mientras se conservan aquellas que benefician al sistema agrícola.
Además, el uso de algoritmos de inteligencia artificial y prototipos de drones o robots podría hacer posible la remoción selectiva de malezas, reduciendo significativamente la dependencia de herbicidas.
El futuro de las malezas en la agricultura
Este enfoque innovador no solo promete mejorar la sostenibilidad de los agroecosistemas, sino también reducir costos para los productores, al disminuir la necesidad de insumos químicos y prácticas de labranza invasivas. Como concluye Bosaz, “el futuro está en entender a las malezas no como enemigas, sino como indicadoras de salud del sistema”.
Con respaldo científico y herramientas tecnológicas de vanguardia, Argentina podría liderar esta transición hacia una agricultura más sustentable, donde las malezas desempeñen un rol más equilibrado en la producción agrícola.